PICO YELMO 1.717 m.

 

Track del recorrido al YELMO

Arrancamos la ruta desde un poco más abajo del aparcamiento del Tranco, por el camino o senda del Quebrantaherraduras accedemos en un paseo sencillo hasta el parking y acceso al parking de Cantocochino, tenemos bar en este punto.

Desde aquí comenzamos en suave ascenso por bosque de pino hacia el punto denominado EL TOLMO, gran bloque de granito de una pieza más que característico, desde este punto cambiamos el rumbo y comenzamos un ascenso realmente duro hacia el Yelmo. Como referencias importantes tenemos ese bloque, el TOLMO, y un gran espolón característico en la parte alta, el collado al que iremos será hacia la izquierda para dar vista ya al Yelmo.

Durante el ascenso hemos de jugar con la orientación y nuestras dotes montañeras, los senderos en ocasiones se van a difuminar; recuerdo que el espolón cilíndrico es el que nos va a guiar, en la parte alta ya los caminos se recuperan y no tendremos pérdida.

Espolón característico desde el collado (se ve a la izquierda en la foto superior)

Entramos por la fisura para desde el collado entrar a la cumbre por su chimenea y hacer cumbre. Rodeamos por su derecha para desde la pradera del Yelmo bajar por su acceso normal. Abajo el desvío a coger para ir en dirección al Tranco directamente.

Abajo información sobre Manzanares el Real. manzanareselreal.org

Sobre el castillo, Diego Hurtado de Mendoza y Figueroa, I Duque del Infantado, ordenó construir, sobre un cerro que domina la Sierra de Guadarrama, el Castillo Nuevo de los Mendoza. Las obras se desarrollaron desde 1475, aunque fueron el Gran Cardenal e Íñigo López de Mendoza, II Duque del Infantado, los que terminaron la construcción.

Mucho ha vivido esta fortaleza, como los trabajos del arquitecto Juan Guas para convertirlo en residencia palaciega, su uso como plató cinematográfico o la aprobación del Estatuto de Autonomía de la Comunidad de Madrid en 1983.

Fueron momentos de gran esplendor para la familia Mendoza que gozaba de la confianza de los Reyes Católicos, por lo que este castillo fue erigido, sin duda, como muestra de su poder.

En una localización especialmente mágica de Manzanares El Real, entre la más pura naturaleza y la vida de sus vecinos, la Ermita de Nuestra Señora de la Peña Sacra pervive a los avatares del tiempo y la historia.

De finales del siglo XV, la época de esplendor de nuestra Villa, el origen del culto sagrado que guarda se aleja en el tiempo hasta la época de los celtas y druidas, cuando nuestros ancestros carpetanos habitaban este paraje.

Siglos han pasado ya de eso, pero su tradición religiosa sigue muy viva entre los manzanariegos que festejan, todos juntos, el día de su patrona con comida y bailes en los prados de la Virgen, junto al Canto Redondo.