La vista del fuego en tierra firme siempre ha sido un aviso de peligro para los navegantes. Homero en el año 700 a. de C. escribió en la -Odisea- que el uso de fuegos y fulgores servía para guiar a los marineros y para la señalización de tierra a los barcos.
Para facilitar la navegación nocturna se hizo todo lo posible para mantener fuegos permanentes. Esas primeras hogueras dieron paso a los faros. El hombre desde épocas remotas se ha esforzado en conseguir que la iluminación de los faros fuese cada vez mayor y de esa forma garantizar que sus luces se pudieran ver desde mucha más distancia.
Los primeros faros que se conocen eran fuegos de canalizo. Sus principales defectos eran: que la luz no era muy potente y que debían ser atendidos continuamente. Además de estos problemas, había otro, ya que ningún marinero podía afirmar donde estaban ubicados o cuando estaban encendidos. Si a eso le añadimos que los ladrones encendían faros falsos para que los barcos encallasen y así poderlos saquear, no resulta muy difícil pensar que los faros no eran buenos referentes para la navegación.
Hacia el año 290 a. de C. se erigió un faro llamado “El Coloso” en la entrada del puerto de Rodas (Grecia). Era una estatua de bronce del dios del Sol, Helios. Tenía unos 40 metros de altura y el fuego en su parte superior. Fue construida por Cares de Lindos y destruida 80 años más tarde a causa de un terremoto.
El “faro de Alejandría” fue el faro más famoso de la antigüedad. Fue concebido por Ptolomeo Soter alrededor de 290 a. C. El faro tenía una base cuadrada y una torre de unos 100 metros de altura. Fue destruido en el año 1302 por culpa de un terremoto.
Podemos pensar que los primeros en utilizar faros fueron los fenicios y los cartagineses, ya que encendían grandes hogueras en la cima de las torres de vigía para destacar los puntos estratégicos de la costa. Los griegos y los romanos construían torres altas en la entrada de los puertos para señalar donde había tierra.
Los faros o alimaras podían construirse en cualquier punto de la geografía aunque lo más normal era que se aprovechasen los puntos con mejor visibilidad. Si además del faro, se erigía una torre en esos lugares se incrementaba la visibilidad y la defensa. Esas torres defensivas recibieron varios nombres siendo lo más usuales, atalayas y torres de vigía. Las funciones de los faros eran múltiples ya que iban desde avisar a los náufragos a anunciar la partida o desembarco de alguna nave, pero sin lugar a dudas su función primordial era tocar a rebato contra los enemigos llegados por mar. Fuente, HISTÓRIA DE LOS FAROS (Los Faros del mundo blog).
Faro de Tapia
Alcance | 18 millas náuticas (33 km) | |
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Altura focal | 24 m | |
Altura soporte | 10 m |
Faro de San Agustín
Alcance | 25 millas náuticas (46 km) | |
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Altura focal | 72 m | |
Altura soporte | 25 m |
Alcance | 14 millas náuticas (26 km) | |
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Altura focal | 65 m | |
Altura soporte | 9 m |
Faro de Busto
El Faro de Cabo Busto se encuentra en el cabo del mismo nombre, en la localidad de Busto, concejo de Valdés, Principado de Asturias, España.
La torre se encuentra adosada a la cara norte del edificio y lleva rotulada la palabra Busto. El aparato óptico es aereomarítimo.
Alcance | 25 millas náuticas (46 km) | |
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Altura focal | 86 m | |
Altura soporte | 9 m |
Faro de Vidio
Alcance | 25 millas náuticas (46 km) | |
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Altura focal | 101 m | |
Altura soporte | 9 m |
Faro de Cudillero
Alcance | 16 millas náuticas (30 km) | |
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Altura focal | 44 m | |
Altura soporte | 10 m |
Faro de San Esteban
El Faro de San Esteban de Pravia (en asturiano, Faru de San Esteban de Pravia) es un pequeño faro, situado en el extremo del dique del oeste en la entrada del puerto de San Esteban de Pravia, concejo de Muros de Nalón, Principado de Asturias, (España), en la desembocadura del río Nalón en el mar Cantábrico.
Alcance | 15 millas náuticas (28 km) | |
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Altura focal | 20 m | |
Altura soporte | 15 m |
Faro de Avilés
Su construcción comenzó en 1861. En un principio, se había proyectado su emplazamiento en la Punta de la Horcada, de forma que los barcos pudiesen utilizarlo como luz de costa enlazando con el faro de Cabo Peñas y tuviesen tiempo suficiente para preparar su entrada a puerto. Sin embargo, este lugar se consideró excesivamente expuesto a los temporales, y se prefirió la punta del Castillo para su ubicación definitiva.
La torre es troncopiramidal y se encuentra adosada a la cara norte del edificio. En 1863 se ilumina, con la apariencia de luz fija roja con un alcance de 10 millas, producida por una lámpara de aceite de oliva, que fue sustituida en 1882 por una de parafina. Posteriormente, se acopó un juego de pantallas giratorias y un tambor dióptrico con pantalla de cristal rojo, de forma que su apariencia era de luz blanca con sector rojo, y ocultaciones cada 5 minutos.
En 1940 se electrificó y en 1944 fue dotado de una sirena electromagnética montada en la parte alta de la torre. En 1957 se instala una linterna aeromarítima y la reforma de la instalación luminosa, conservando la apariencia de ocultaciones blanca y roja en sectores, y alcanzando una distancia de 17 millas náuticas. Los amplios jardines que le rodean están cercados por un muro de mampostería. Forma un espléndido mirador sobre la ria en una zona que queda relativamente resguardada de la contaminación industrial por la influencia de los vientos dominantes del NO y NE.
En sus proximidades se encontraba una batería de artillería para defensa de la ría de los ataques de corsarios ingleses. En una incursión de éstos, los cañones fueron arrojados al agua. Parte del material de la batería se utilizó en la construcción del faro.
Alcance | 20 millas náuticas (37 km) | |
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Altura focal | 40 m | |
Altura soporte | 14 m |
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