Primera vía ferrata del País Vasco y desde luego que es difícil de superar, una calidad que no te sueles encontrar normalmente, progresiva, y exigente en su parte final con zonas trepada que te hacen apretar con gana los naturales. En cuanto a dificultad, un K4 le encaja a la perfección. Tendremos dos zonas de escape muy cómodas antes de subir nivel; a los que no les gusten las alturas..., que no miren hacia abajo jajaja.
Para el comienzo aparcamos junto a las ruinas del balneario de Sobrón, por una pista corta. De ahí simplemente seguir las marcar en dirección a la antena, donde hay un cartel informativo.
El día nos acompaño del todo, aunque al final el calor se hizo notar, y mucho; al terminar nos alcanzo un ferratero que estaba haciendo actividad solo, y vimos también a un grupo que poco a poco avanzaba. Una gozada, recomendable del todo, esta ferrata hay que tenerla en la saca si o si. Un saludo y enhorabuena a los equipadores.
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